domingo, 22 de mayo de 2016

El poder de las manos sobre la piel


 
Cuando hacemos el amor el tacto es el sentido que más se estimula. El roce de cuerpo con cuerpo en sí suele ser excitante pero si tenemos en cuenta el poder que tienen nuestras manos sobre la piel de la otra persona, podremos utilizarlas con cabeza, la piel es el órgano sexual más grande y lo tienes a tu disposición para tratar de dar placer. Podemos activar cada parte del cuerpo con una simple caricia, un abrazo o un masaje.

Los masajes en el pelo resultan siempre agradables. Si a un simple movimiento de las yemas de los dedos le añadimos un poquito de picardía y caricias que vayan desde el cuello hacia la barbilla y desemboquen por toda la cara, activaremos otras muchas zonas y conduciremos a la otra persona a un estado de bienestar y calma.

Que no se te escape ningún rincón de la zona. Ejerciendo una presión suave con los dedos sobre el centro de las sienes, a modo de masaje, y acompañándola con relajantes círculos en el cráneo, liberaremos tensiones y ayudaremos a entrar en una situación de completo relax. Acompañar estos movimientos de una respiración apropiada, el constante contacto de las manos con su cuerpo y, por qué no, algún que otro beso, pueden descubrirte todo un universo de sensaciones.

¿Por qué centrarte en una sola zona cuando puedes masajear su cuerpo entero? Es importante que utilices el peso de tu cuerpo para activar cada zona que toques. No en plan de peso muerto, sino que ella pueda sentir que son tus manos las que le agarran y están dando placer.

Lo ideal es conseguir la sensación de desnudez de cuerpo con cuerpo, dejando total libertad al sentido del tacto como todopoderoso del placer. Puedes empezar el masaje con ella sentada apoyando su cuerpo sobre tu pecho y masajeando sus brazos de arriba abajo antes de tumbarla y hacer lo propio con el resto de espalda, cuello, hombros, cintura, coxis, las piernas. Un completo de los pies a la cabeza que es conveniente que compagines con fuerza y caricias.








No hay comentarios.:

Publicar un comentario